0 Amor lleva acento en la M

Me preparé para ella, me bañé, me pefumé, me rasuré con sumo cuidado.

Me vestí con lo mejor que pensé.
Me quité el corazón y lo puse en el bolsillo derecho, porque no hay que salir
sin él.
Salí a buscarla.

La encontré donde quedamos, en la banca del parque, fuimos primero por un café.
Dos hijos después, los típicos problemas conyugales, una hipoteca que pagar,
un empleo muy asfixiante del marido.
Y la vida corriendo de largo, a toda prisa, como crecen los hijos, qué sentido de las
cosas.
Convoqué el pasado, su aroma, nuestras noches juntos, junto a su cuerpo tentador de
ahora, de siempre.
Y unas horas después, como tantos años antes, nos vestimos después de estar en la cama.
Regresé a mi vida, a mi rutina, pero no me di cuenta de la pérdida.
Mi corazón no estaba en el bolsillo, no me lo pude poner.
Aún lo ando buscando, pero tengo miedo de que haya terminado
aplastado bajo nosotros aquél día.
No he perdido mucho con perder el corazón, mi razonamiento
sigue siendo el mismo.
Sé que
Se puede besar un poema,
Se puede patear el aire,
Se puede apostar el alma,
y amor lleva acento en la M.