Hay una locura permitida.
Puedo estar muy cuerdo y en mis cinco
sentidos,
al ver como entras a la recámara, como
caminas sintiendote lo que eres: Una diosa,
y como bailas al compás de un jazz suave
como tu piel, como la comisura de tus labios
como la linea de tus piernas.
Puedo seguir tranquilo cuando te acercas a mi
y no pemites que te toque. No es turno aún.
Veo como alzas una pierna: Sobre la cama.
Como bajas el liguero.
Como lo repites con la otra pierna.
Como te arrepientes.
Puedo agarrarme mi mano derecha con la izquierda
y no arrebatarte a trozos la ropa que llevas puesta:
Te alejas un metro.
Con tú pie derecho en mi entrepierna constatas
que todo va por buen camino.
Bajas tu falda, subes tu blusa azul.
Yo puedo permanecer sentado pero ya no quieto. Hay un misil en mi. Y dos tenazas que quieren tocar.
Te quitas la falda y la avientas a Coahuila. Tu sostén, termina en Tamaulipas.
Hay mucho que mirar pero no hay nada mejor que mirar tus ojos y tu boca.
Tu bikini deja asomar un poco, y luego otro más.
Decides que ya.
Tu bikini termina en Cuba.
Ya no quepo en mi. Me lanzó con toda mi locura.
Mis manos moldearán cada parte de tu cuerpo, visitarán cada rincón, mientras mis ojos visitan los tuyos.
No me pidas que sea normal. Hay una locura permitida.
Tú me has vuelto loco.
Puedo estar muy cuerdo y en mis cinco
sentidos,
al ver como entras a la recámara, como
caminas sintiendote lo que eres: Una diosa,
y como bailas al compás de un jazz suave
como tu piel, como la comisura de tus labios
como la linea de tus piernas.
Puedo seguir tranquilo cuando te acercas a mi
y no pemites que te toque. No es turno aún.
Veo como alzas una pierna: Sobre la cama.
Como bajas el liguero.
Como lo repites con la otra pierna.
Como te arrepientes.
Puedo agarrarme mi mano derecha con la izquierda
y no arrebatarte a trozos la ropa que llevas puesta:

Con tú pie derecho en mi entrepierna constatas
que todo va por buen camino.
Bajas tu falda, subes tu blusa azul.
Yo puedo permanecer sentado pero ya no quieto. Hay un misil en mi. Y dos tenazas que quieren tocar.
Te quitas la falda y la avientas a Coahuila. Tu sostén, termina en Tamaulipas.
Hay mucho que mirar pero no hay nada mejor que mirar tus ojos y tu boca.
Tu bikini deja asomar un poco, y luego otro más.
Decides que ya.
Tu bikini termina en Cuba.
Ya no quepo en mi. Me lanzó con toda mi locura.
Mis manos moldearán cada parte de tu cuerpo, visitarán cada rincón, mientras mis ojos visitan los tuyos.
No me pidas que sea normal. Hay una locura permitida.
Tú me has vuelto loco.
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