13 octubre 2010

1 Bajar el cierre

Debo confesar
que tengo las más bajas intenciones contigo.
Bajo mi sonrisa y estas atenciones de caballero,
mis regalos, mis llamadas, mi interés en tu estado de ánimo,
se esconde un hombre enfermo por tu cuerpo,
Me muero por verte orina desde un edificio alto,
por rasurar tu pubis, escupirlo, palparlo.
Por que veas la transformación de hombre a lobo,
porque te asombres de mis centímetros,
por tu sorpresa al ver que no puedo contenerme.
Porque veas que tengo lengua para cada parte de tu cuerpo
porque veas que no puedo dejar de recorrerlo.
Porque pidas que no tenga más erecciones.
Pero sé que cada una es una sonrisa para ti,
asombro, deseo.
Quiero penetrarte hasta que me duela, amor.
Y poder bajar ese cierre que abre el paraíso de tu cuerpo.

"Hola, pequeña, ¿como estás? Estuve pensando en ti
toda la tarde. ¿Quieres salir a dar la vuelta, tomar un café
o ir a cenar? Genial. Nos vemos en una hora, linda."

Ropa.
Dinero.
Sonrisa de buen dentista.
Ramo de flores.

El plan va viento en popa.

1 comentarios:

Miguel Mendez dijo...

Vaya, este escrito describe mucho la psicología real del hombre, que solo es pensar en coger coger y coger.
Es la neta.
Blancos por fuera y mas blancos por dentro...torrencialmente
me incluyo,.

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